Y, aún así, creo que sé más que muchos que dicen dedicarse a él.

No me malinterpretes. No me paso el día en Google Ads, Meta Ads o midiendo CTRs.

Pero llevo años trabajando con marcas. Viendo qué funciona y qué no.

Entendiendo que el marketing, al final, no va de herramientas.

Va de personas. De historias. De ofrecer algo que valga la pena.

Puedes saber todos los trucos del algoritmo, pero si no entiendes qué mueve a tu cliente, estás perdido.

Puedes pagar miles en anuncios, pero si tu marca no transmite nada, es tirar el dinero.

Puedes ser “experto” en marketing y seguir sin saber cómo llegar de verdad a la gente.

Rick Rubin, uno de los productores musicales más grandes de la historia, dijo:

“No sé nada sobre música. Saber cómo funciona no es lo que hace que funcione. La magia no está en cómo funciona. La magia es la magia.”

Lo mismo pasa con las marcas.

No es solo saber cómo funciona el marketing.

Es saber cómo hacer que funcione para ti.

Y ahí está la diferencia.

Si estás pensando en invertir en marketing, antes pregúntate esto:

¿Tienes clara tu marca?

¿Tienes algo que de verdad merezca la pena contar?

Si la respuesta es “no lo sé” o “creo que sí”, empieza por ahí.

Porque los anuncios multiplican lo que eres.

Si tu marca es fuerte, crecerás.

Si no… solo harás más grande el ruido.

Nos leemos.

Chau chau chauuu.